Consulta preconcepcional

El fin de la consulta preconcepcional es analizar las circunstancias médicas y sociales, paternas y maternas, para la optimización de las mismas respecto a la concepción. El objetivo es aumentar las posibilidades de un resultado perinatal favorable. La atención que se presta a la salud de la mujer durante el período preconcepcional se debe a que su estado de salud antes del embarazo repercutirá enormemente en su estado de salud durante la gestación. En la actualidad, la mitad de los embarazos parten de una planificación previa, si bien es cierto que sólo el 10% de los futuros padres que planifican la gestación de su bebé acuden de forma voluntaria a la consulta preconcepcional. Desde Centro Ginecológico Vesta tratamos de incentivar a todas aquellas mujeres interesadas en quedarse embarazadas para que acudan a este tipo de consultas. La efectividad de las consultas preconcepcionales es un hecho en cuanto a la mejora de los resultados perinatales. Este tipo de consultas resulta muy útil tanto para mujeres en período de gestación con la presencia de factores de riesgo como para aquéllas que asisten de forma espontánea antes del embarazo. Debido a que hoy en día la mitad de los embarazos se inician sin planificación previa, nos sentimos fuertemente comprometidos a facilitar a nuestras pacientes toda la información pertinente con vistas a mejorar los aspectos que pueden reducir los riesgos para la madre y el feto durante el embarazo. Ya en la primera consulta llevamos a cabo una evaluación preconcepcional y se da a la paciente el asesoramiento básico sobre las pautas educativas, alimenticias y farmacológicas que deben seguirse durante el embarazo. Cuando la madre padece una enfermedad crónica es imprescindible llevar un seguimiento preventivo de forma temprana para así identificar los riesgos concretos, asociados a su afección, que pueden producirse durante el embarazo. Algunas de las patologías crónicas más frecuentes son: diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, epilepsia, hipo e hipertiroidismo, enfermedad tromboembólica, trombofilias, cáncer, etc. Es necesario adaptar los tratamientos que conllevan dichas afecciones de forma que sea posible la viabilidad de la gestación. Nuestro centro ginecológico apuesta por todas aquellas iniciativas que promueven un estilo de vida saludable. Actividades como llevar una dieta variada y equilibrada, una vida sexual saludable, realizar ejercicio de forma moderada o evitar sustancias dañinas como el tabaco, el alcohol y las drogas pueden ser claves. En caso de que la paciente sufra obesidad, aconsejamos aplicar medidas de forma inmediata ya que la pérdida de peso beneficia la fertilidad y, al mismo tiempo, disminuye los riesgos para el embarazo. Algunos suplementos alimenticios, como son el ácido fólico, el yodo y los complejos multivitamínicos, se aconsejan de manera generalizada a todas aquellas mujeres que desean quedarse embarazadas. Estas sustancias, ingeridas dos o tres meses antes de la gestación, disminuyen el riesgo para el bebé en relación a los defectos del tubo neural, las enfermedades neurológicas o las malformaciones congénitas (cardiacas, orofaciales, urinarias, estenosis pilórica o de las extremidades).